sábado, febrero 04, 2012
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Kepler-22b este es el nombre de uno de los exoplanetas descubiertos por el satélite Kepler de la NASA el día 5 de Diciembre de 2011. El exoplaneta se encuentra en la constelación Cygnus a unos 600 años luz de distancia respecto a nuestro sistema solar. Según los astrofísicos de la NASA Kepler-22b podría ser uno de los candidatos a albergar vida, lo cual lo convertiría en el gemelo de la Tierra. De momento esto son solo suposiciones ya que es difícil saber con exactitud (sin haber visto el planeta tal como vemos Marte por ejemplo) si el planeta es rocoso o gaseoso, si tiene agua y atmósfera, o si las condiciones serían idóneas para el desarrollo de la vida. 
Kepler-22b cuyo tamaño es de 2,4 veces el de la Tierra
¿Pero qué ocurriría si se pudiera encontrar vida? Bien, la búsqueda de vida extraterrestre, inteligente o no, fuera de nuestro planeta ha sido y sigue siendo la gran odisea del ser humano, y sería la respuesta a la pregunta que siempre nos hemos hecho ¿Estamos solos en el universo?. Descubrir que el exoplaneta Kepler-22b o cualquier otro planeta fuera de nuestro sistema solar, pueda contener vida sería algo fascinante, sería la clave para entender mejor que somos en realidad y de donde venimos. También quedaría expuesta nuestra unicidad en el universo. Somos una raza con sed de exploración y expansión y el hecho de poder descubrir vida en otro sistema solar abriría nuevas oportunidades para nuestra mente. Imagínese un planeta cuya vida fuera igual de desarrollada como en la Tierra. Imagínese un planeta como el de la película Avatar de James Cameron. Descubrir algo así sería fascinante, fantástico, al menos para mi. 

¿Pero que supondría esto para nuestra civilización?

Descubrir vida en otros planetas exteriores a nuestro sistema solar puede convertirse en algo positivo ,y negativo al mismo tiempo. Positivo porque abriría nuevas puertas a nuevas oportunidades, la mente humana sufriría una expansión sin limites, sin las fronteras terrestres. Podría significar una oportunidad para entender que no estamos solos, que no somos únicos y que los cultos no son buenos ya que lo que esconden no es nada progresivo ni positivo para la mente. Lo negativo que podría aportarnos es un malgasto colosal en producir naves, satélites, o cualquier otro artilugio que pudiera arrojar más datos sobre el exoplaneta y su organización. Digo malgasto porque la ciencia de la astronomía es una de las más caras. Los gastos para construir un satélite para poder explorar nuestra Luna o Marte son muy altos, de hecho son gastos que podrían utilizarse para mejorar nuestro planeta y alimentar nuestras necesidades interiores. ¿Es malo intentar descubrir respuestas a las incógnitas que nos rodean? Yo diría que no, pero claro está que todo supone un gasto quizás un poco alto para un beneficio algo reducido a corto plazo. A la larga creo que será diferente. Pero la mente humana es inquieta, siempre cuestionando, es atrevida y aventurera, y no comprende de limites o barreras, y pasa por encima de todas las necesidades del mundo. Personalmente la astronomía es la ciencia que más me gusta, averiguar como la Tierra se creó o como se formó nuestro sistema solar o de donde apareció la teoría del Big Bang es algo fascinante que me aporta nuevos puntos de vista sobre nuestro mundo. Aún así, reconozco que es una industria muy costosa, pero digamos que no es la ciencia la que tiene la culpa. La cuestión es ¿qué ocurriría en el caso en que, algún día, encontremos un planeta habitable que albergue vida inteligente, supongamos una raza de alienígenas en estado primitivo, tal como lo nos hallábamos nosotros hace 10.000 años? ¿Sabríamos respetar aquella forma de vida o haríamos lo mismo que en la Tierra? Esto aún queda por ver.

Después de exponer algunas de mis ideas (que seguramente serán las de muchos otros) volvamos a los puntos científicos de este post. Tal como dije, Kepler-22b se halla a una distancia de 600 años luz*. Se preguntaran como se pueden descubrir planetas tan lejanos con la tecnología que tenemos, se preguntaran como es posible y como se hace sobre todo. Bien nuestra tecnología para nuestros días se puede decir que está bastante avanzada, pero por mucho que los avances tecnologicos del siglo XXI hayan hecho posibles la fabricación de satélites sofisticados, robots cada vez más humanos, telescopios espaciales o incluso el famoso iPad de Apple, para descubrir planetas a distancias tan exorbitantes lo que más se ha necesidad han sido principios básicos de física. La manera en la que se descubren dichos planetas es sencilla, aunque la imagen que todos tenemos en la cabeza es de que los científicos apuntan con el telescopio hacia un sistema solar y observando descubren los planetas (al estilo Star Treck o Star Wars). No funciona así. Supongo que aún faltan unos cuantos años para desarrollar más nuestra tecnología. Primero se busca una estrella que pueda formar o que pueda tener formado ya un sistema solar (como nuestro sol) y después se observa detenidamente todos los movimientos del astro. Lo que observan los astrofísicos es si en la luz que la estrella emite hay alguna fluctuación o distorsión. En el momento en el que en la distorsión de la luz emitida se repiten unos patrones de movimiento, significa que hay un planeta en su campo gravitatorio. Este es uno de los medios de rastreo y detección de exoplanetas, pero hay muchos más. Dicho medio se llama Tránsitos. Otro método es el llamado Velocidad Radial, que funciona de la siguiente manera: el astro tiene un campo gravitatorio que aplica una fuerza gravitacional encima del exoplaneta, pero al mismo tiempo el planeta también dispone de una fuerza gravitacional que afecta a la estrella (el astro atrae al planeta pero la atracción hace que el planeta empuje al sol y desplazarlo ligeramente de su eje central). Es así como los astrónomos descubren nuevos exoplanetas casi a diario.

Ejemplo de velocidad radial
A este paso no tardaremos en encontrar el gemelo de la Tierra, y quien sabe quizás está mucho más cerca de lo que nos pensamos. 


Curiosidades: *1 año luz = 9 460 730 472 580,8 km, por lo tanto imagínese cuanto tardaría el ser humano en llegar a Kepler-22b que está a 600 años luz.

Referencias:
http://es.wikipedia.org/wiki/Kepler-22b
http://www.lavanguardia.com/ciencia/20111205/54239880744/nasa-halla-primer-planeta-zona-habitable-de-una-estrella-como-el-sol.html

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